Ah ... los hijos ...

Dice el mayor de los míos, que si pensáramos antes, jamás tendríamos uno.Y tiene razón. Antes de comenzar un proyecto las personas se preparan, estudian, evalúan posibilidades, alcances, futuro, etc.
En el caso de los vástagos nada de eso ocurre. Y en mi caso menos que en ninguno conocido.Todo sucede muy rápido, los demás poco aportan.
De pronto nos vemos con esos trozos de carne arrugada en los brazos, que ni siquiera te miran y cuya única comunicación son unos vagidos jamás antes escuchados y que te llegan muy adentro.
YA NADA, NADA VOLVERÁ A SER LO MISMO.
Lola...
Cuatro son los míos.Hablo de ellos en muchos de mis posts.
Acá los describiré, con ojos de madre lechuza (ésa lechuza que sostenía que su hijo era el más hermoso, la de la fábula del Rey de los pájaros, la conocen?Eso significa que hablaré de sus cualidades, virtudes, capacidades, en fin de todo lo que habla la lechuza cuando se refiere a sus hijos.
Omitiré casi todos sus defectos y debilidades, que los tienen.
¿Por qué? Pues porque así lo digo yo.
Cualidades comunes a todos ellos.
*Responsables.
*No pasan desapercibidos, si están se nota.
*Inteligentes.
*Humor ácido.
*Emprendedores.
*Honestos.