“El ojal es al traje, señor Osnard, lo que el rubí al turbante. Ahí es donde se posa la mirada, por los detalles se juzga el conjunto. Un buen ojal no hace un buen traje, pero un mal ojal hace un mal traje”. (Pág. 46)
“Tienes que aplanarte Harry. Encógete. No seas nadie, no mires a nadie. Les molesta, como si dieras lástima. No eres siquiera una mosca en la pared. Formas parte de la pared” (Pág. 61)
“Tienes que aplanarte Harry. Encógete. No seas nadie, no mires a nadie. Les molesta, como si dieras lástima. No eres siquiera una mosca en la pared. Formas parte de la pared” (Pág. 61)
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