Medellín y sus comunas se muestran como campos donde la vida nada vale, donde la moralidad se acomoda a los intereses y creencias, todo con mucha fe en la Virgen de los sicarios.
Homosexualidad sin describir explícitamente, pero que es el meollo de la novela junto con el asesinato vano, porque sí.
Cuesta leerla, porque la mente se niega entrar en esa morbosidad monstruosa de muerte y sexo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario