"La verdad late sojuzgada y silenciosa. Oculta en los rincones más oscuros de la mente, olvidad en oscuros archivos judiciales, encubierta en los confusos dictámenes oraculares o simplemente presa de la represión o el desconocimiento, como si se tratara de uno de esos animales que invernan largo tiempo sin manifestarse, pero que aun en ese estado siguen vivos.
La verdad. Eso tan deseado y tan temido al mismo tiempo. A veces por maldad, otras por dolor o simplemente porque el tiempo extendió un velo de fatal encubrimiento, yace oprimida y, cuanto más oculta, más fuerte. Porque no sabe morir. Porque puede ser silenciada, ocultada u olvidada, pero aun así clama a su manera por hacerse notar, por gritar su presencia. Omnipresente en su aparente ausencia. Marcando y condicionando el modo de gozar y padecer, de relacionarnos con otros y con nosotros mismos.
Nadie puede ser completamente feliz sino al costo de una cierta ignorancia, pero esta ignorancia no está al alcance de cualquiera. Por el contrario, hay personas a las que la verdad les reclama desde su propia sangre el derecho a salir de las sombras, y no pueden desoírla aunque quieran, aunque duela, aunque corran riesgos innecesarios. “ Pág. 227
“El miedo suele ser un compañero que no disimula su presencia.” Pág.238
"La verdad no deja de existir por el hecho de que no se la conozca." Pág. 194
"La verdad no deja de existir por el hecho de que no se la conozca." Pág. 194
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