Vi una estrella caer. Pedí un deseo. Y la estrella cayó en tu
casa.
El ciego, al lavarse la cara, se reconoce.
Se aprende más en la derrota que en la victoria, pero… ¡Prefiero
esa ignorancia!
El pájaro es libre. Lo sería aún más de ser soltero.
El loro plagia la palabra, pero quien está preso es el canario.
El pavo real abre su cola sin importarle si es día feriado.
Quien ríe último, de la desgracia ajena, ríe mejor.
Dios aprieta pero no ahorca ni cae en el sadismo.
Una palabra puede herir. Pero un martillazo es feroz.
La rosa tiene espinas, pero… ¿Tiene pétalos el atún?
Reprochas al sordo que no te escucha. ¡Grítale más fuerte!
El puntapié que me asestaste… ¿No será una opinión?
El que nada desea, es sospechoso.
El espíritu del virtuoso es como un espejo. Te miras en él y
puedes peinarte.
El hombre sabio es pobre en apariencia, pues su tesoro está en
Suiza.
En el mundo hay bondad y maldad. Justicia e injusticia. Árboles y
tortugas. Hay muchas cosas.
Para el Sabio no existe la riqueza. Para el Virtuoso no existe el
poder. Y para el Poderoso no existen ni el Sabio ni el Virtuoso.
Aquel que ha tocado el cielo con las manos… ¿Cuánto medía?
Reparad en ese pato que corre. Reparad en aquel cordero que
trisca. Reparad esa cerca que huyen los animalitos.
Si dices que lo tienes en un puño... ¡Muy pequeño ha de ser tu
enemigo!
Si quieres alcanzar la sabiduría… ¡empieza a correr ya!
¡Desdichado el mendigo que no conoce el placer de dar!
Morir… ¡Extraña costumbre!
La hiena ríe pues no piensa en el mañana.
Muy distinto es no decir lo que se piensa que no pensar lo que se
dice.
Si no cantara el gallo igual amanecería.
No juzgar a los hombres por sus actos. Condenarlos.
El necio no sabrá apreciar ni el sabor de una flor ni
el olor de una fruta.
Alegra ver caer las gotas de lluvia. Pero
ellas se destrozan contra el suelo.
La virtud del virtuoso, la envidia el oso.
La perfección es obsesiva. Y eso es un
defecto.
Amigos son los huevos, que están en el mismo
nido y nunca se regañan.
Si tu mejor amigo te incrusta un puñal en
la espalda... Desconfía de su amistad.
Señalé el futuro y miraste mi dedo.
Te siento cuando te toco y, cuando no te
toco, también te siento. ¿Que tienes en la piel?
Decimos: "Haz como la hormiga, que
trabaja todo el día" ¡No sabemos cuán jóvenes mueren!
Lo que yo pido es que atendamos esta
condición terapéutica de las malas palabras. Lo que pido es una amnistía para
las malas palabras, vivamos una Navidad sin malas palabras e integrémoslas al
lenguaje porque las vamos a necesitar...
Sentarme a dibujar todos los días es algo
que me gusta. Siempre me ha gustado dibujar, me ha gustado contar. O sea, el
mío es un trabajo vocacional y el gusto lo sigo manteniendo.
Te regalaría las estrellas, pero te has
empecinado en un par de zapatos.
Mientras
más brillante la luz, mayor el gasto.
A mí no me va eso del nirvana o los jardines con minas tocando la
flauta. A los dos días ya te querés cortar las pelotas. Al Cielo le pondría
canchitas y un par de bares, porque en el bar estás en tu casa y a la vez estás
balconeando la calle.
Es obvio. Uno prefiere que guste el trabajo, pero a eso de
escribir para los escritores yo no le encuentro la gracia. La cosa son los
lectores.
Yo me doy cuenta que con los años las manías y las locuras se
acentúan, es mentira que uno se convierte en más sabio.
Creo que si no se entiende que esto es una pasión, y las pasiones
son bastantes inexplicables, no se entiende nada de lo que pasa en el fútbol.
Mis aforismos son como los buenos vinos, mientras más pasa el
tiempo, más caros.
Busco espíritus sensibles. Intermediarios abstenerse.
El fútbol que vale es el que uno guarda en el recuerdo.
Fontanarrosa: fuíste un genio. descansa en paz.
ResponderEliminarFontanarrosa: fuiste un genio, descansa en paz.
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